San Martin |
10º- Acostumbrarla ...
Acostumbrarla a estar formal en la Mesa
No parece la expresión de un tiempo fenecido, esta Máxima. Porque es que se ha olvidado o equivocado la orientación de los jóvenes en la observancia de reglas sencillas y simples de convivencia. Costumbres olvidadas equivocadamente. Es necesario, impostergable, retomar la frecuentación de los buenos modales y de las sanas costumbres. Si de cierta manera se ha roto la cotidianidad austera, es menester tenerla en cuenta, frecuentarla. Nada hace más agradable a una persona que los modales correctos, la manera de acercarse a la vida en sociedad. El comportamiento lleva en si un sello de distinción y el reflejo de la crianza. Su aplicación es el modo de enseñar las pautas que deben regir todos los instantes, que deben ordenar la vida de los niños y mostrar la condición de los adultos.
Qué hermosa manera de advertir cómo ha sido su escuela hogareña y su posterior vida de adulto. Cuánto buen fruto recogido; se advierten las instancias de austeridad que condujeron su existencia. Porque si el tiempo decanta cosas, no modifica crianzas