San Martin |
3º- Inspirarla gran Confianza ...
Inspirarla gran Confianza y Amistad pero uniendo el respeto
La fuerza motora de toda acción radica en la confianza con que ella se afronta. De por si esta condición significa fuerza de ánimo, firmeza de realización, capacidad de acción. La confianza, diríamos, es nervio y motor de todas nuestras mejores realizaciones. Es que actúa no sólo como impulso sino también como consecuencia; consecuencia de decisiones y decisión de consecuencias. Aptitud que indica firmeza interior, voluntad indeclinable. Es la mano que nos lleva, decididamente, a actuar sin inhibiciones, con plena conciencia de firme responsabilidad.
“La amistad es el alma de dos cuerpos”, dijo Diógenes. Esto encierra una indudable verdad, una profunda verdad. La amistad es el lazo de unión de sentimientos vertebrados en una seria similitud de pareceres, la elevación de miras en la misma proyección de intenciones; es “el amor sin sexo” de dos cuerpos que comparten un alma; el lazo capaz de unir en una amplia conjunción, dos modos de sentir, en un mismo sentimiento. En esta instancia el respeto es una consecuencia lógica y natural de la consubstanciación de espíritus en una misma vibración. Confianza para hacer; respeto para merecer y amistad para ser.
Es cierto pues que la amistad une en el respeto y la confianza es la fuerza que impele a la acción.